Desde el aeropuerto nuestro
chófer J.R. nos llevó al lugar donde nos esperaba el vaporetto que nos llevaba
a Venecia. Una vez allí comimos rápidamente y a las 4’00 teníamos la visita con
una guía que nos contó cosas interesantísimas sobre la ciudad.
El puente de los suspiros unía el
antiguo Tribunal de Justicia con la cárcel, de ahí su nombre, porque los reos
suspiraban al pasar por allí al ver que no volverían a ver la luz del sol.
En la Catedral de San Marcos,
nuestra guía nos contó la leyenda sobre este santo y nos llamó la atención que
las teselas que forman el revestimiento de la iglesia están hechas de vidrio y
con una lámina de oro en su interior.
El Campanile, que fue destruido a
principios del siglo XX y posteriormente reconstruido.
La Torre del Reloj tiene un
reloj característico que marca al mismo tiempo la hora, el horóscopo y la fase
lunar. Corona dicha torre un campanario donde dos figuras de bronce tañen la
campana cada hora.
El puente de Rialto se
caracteriza por las innumerables tiendecitas que lo bordean y donde se pueden
comprar recuerdos de la ciudad.
Las góndolas son quizás el
símbolo más conocido de Venecia. Algunos de nuestros alumnos pudieron disfrutar
de un paseo por sus canales.
El carnaval veneciano es
mundialmente conocido. En otra época duraba desde el 26 de diciembre hasta la Semana Santa; tres meses en los
que había que cambiarse de traje numerosas veces, lo que hacía que la industria
derivada de este acontecimiento se desarrollara mucho y Venecia fuera un punto
de referencia.
También visitamos la casa de
Marco Polo, viajero italiano nacido en la ciudad.
Al terminar la visita de Venecia
nos dirigimos hacia Lido di Jesolo, donde teníamos nuestro hotel. Los alumnos
esperaban otro tipo de hotel, quizás acostumbrados a los hoteles españoles,
donde tres estrellas corresponden a una calidad mayor. No obstante, el servicio
en general del hotel ha sido aceptable.
Esta primera noche la mayoría de
los alumnos ha aprovechado para descansar de la larga jornada.
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